15 julio 2008

En el baúl de los recuerdos



Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón... leíamos por las tardes, y mientras la mente se iba volando a pueblos de casas blancas, sol y plata, algo iba quedando dentro, algo que tantos años después aún siento.

Descubríamos el mundo en una biblioteca pequeña, que servía también como taller de cuentacuentos. Yo miraba maravillada lo que para mí era una inmensidad de libros, donados por chicos y chicas que antes que nosotros habían pasado por allí... los mayores, los que no mucho antes se habían sentado en esos pupitres que guardaban algún que otro rastro de ellos, o más bien ellas, en forma de firmas o a veces de dibujos.. algún que otro corazón. Como si supieran que algún día necesitarían recordar que una vez estuvieron allí, que una vez tuvieron ganas de aprender.

Recitábamos poemas, a ella le gustaban los romances.. hoy recuerdo con nitidez muchas de sus lecciones. Hacíamos teatro preparando cada detalle como si nos fuera la vida en ello, y yo, niña tímida, por exigencias del guión me convertía en payaso, en bruja, en detective.. y sin darme cuenta esas exigencias me liberaban.

Si cierro los ojos puedo revivir tantas cosas.. aquellas tardes de manualidades en las que mientras las manos daban forma a la arcilla, nuestras mentes se iban también formando.. hablábamos, reíamos, nos preocupábamos por cosas que ahora me hacen gracia, y poco a poco se iban tendiendo lazos de amistad, construyendo puentes de cariño que en aquel momento eran impercetibles. Hoy escucho de lejos aquellas canciones de las excursiones que durante unos años cantábamos con solemnidad y luego nos servían de risas. Cualquier cosa nos servía de risa, necesitábamos ocultar nuestras inseguridades. Nos íbamos haciendo mayores.

Cómo iba a olvidarlo si es parte de mí; cómo no iba a quererte, si crecí contigo.

Siempre nos quedará París..

11 comentarios:

none dijo...

Q hermoso Mehreen, mira q extrañaba tus palabras tan llenas de luz... ^^
Me arrancaste una sonrisa recorriendo ese recuerdo... =)

Espero q todo marche bien por allí y q sigas tu camino ayudando a la gente con el amor con q lo haces... ^^
Te mando un abrazo enorme, niña, y te dejo un beso...

Fran

Yeli dijo...

Te invito a que visites mi bog "Baúl de recuerdos y Luna gitana..."
Muy lindo tu espacio.
Un abrazo
Yeli

Beth dijo...

La primera vez que lees un cuento de pequeña no lo olvidas en la vida :)

Meg dijo...

Hay cuentos que nunca se olvidan pss lograron iluminar nuestra vida y nuestro corazon.


Un abrazo grande =)

Atenea dijo...

A mi me gustan las manualidades :). Es tan relajante pasarte una tarde pintando en madera o tejiendo (eso exactamente hacia).

Y una gran verdad es que todos tenemos recuerdos que atesorar y que bien que te haga feliz pensar en ellos ... varios de mis recuerdos más bonitos vienen también de mi niñez :).

Me parece o al platero que mencionas al inicio del post acaso es un peluche??, es que me parecen tan tiernos :D.

Un abrazo!

Vivianne dijo...

Ay querida amiga, yo no olvido el primer libro que me regaló mi padre, Los cuentos de los Hermanos Grimm y las Tierras Virgenes, son un tesoro para mi que aun guardo a mis 30 y tantos años, mi infancia fue una época inolvidable, tu post me hace evocarlos, gracias.
Mehreen hace unos dias tuve un traspie con mi blog, he visto que pusiste un enlace a mi espacio, cuando tengas tiempo cambialo por este:
www.vivianneberenice0.blogspot.com
Como verás se agregó un cero al final de mi nombre.
Un abrazo gigante!

Atenea dijo...

Hola de nuevo Mehreen! te he dejado algo en mi blog, haber que te parece :).

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Mehreen:
Pasando a saludarte y poniéndome al día con tus post.
Recuerdos de infancia que perduran por la huella que dejan en nuestro subconciente.
Grato leerte.
Abrazo y deseos de bienestar.

Aradia dijo...

Cuantos recuerdos de infancia al leerte...muy bonito :)

Meg dijo...

Mehreen tengo una sorpresa para ti en mi blog.

JUANAN URKIJO dijo...

Hay tanta ternura en tu relato, que casi sólo me apetece dejarte un beso.

Eso es lo que ahora hago, Mehreen.