20 agosto 2006

La soledad de las estrellas

Si observamos las estrellas, podemos ver puntitos muy juntos que se confunden entre sí. Sin embargo, la distancia real entre esos dos puntitos es a menudo inmensa. ¿Se sienten sólas las estrellas?. Tan luminosas, tan bellas.. y tan lejanas unas de otras.

No te hablo de nada nuevo si te comento esa sensación de estar rodeado de gente y sentirte al mismo tiempo vacío y sólo o sóla, ¿verdad?. A mí me pasa muy frecuentemente. Es la sensación de querer gritar lo que sientes y no poder hacerlo. Tu fuero interno grita, pero nadie escucha. Te sientes diferente, intuyes que hablas otro idioma, ininteligible para muchos. Para el mundo eres una persona normal, una chica maja, un buen chico, y ahí queda todo.

Y es entonces cuando echas tu botella al océano del ciberespacio, eliges la soledad de internet, el anonimato de un blog, para que alguien que no te conoce en absoluto escuche tu grito pacífico, conecte contigo a través del pensamiento y se diga a sí mismo, "sí, yo también lo he sentido". Paradójicamente te parece que esa soledad es entonces más llevadera.

Bueno, parece que la mayoría de los que escribimos un blog encajamos en ese perfil, ¿no?. Personas con dificultad para relacionarse, que se esconden tras un pseudónimo y experimentan así la libertad de ser por fin quienes realmente son (o, algunos, de ser quienes quisieran ser). Muchas veces con un ligero toque de narcisismo, seguros de que lo que escriben no es tan malo y de que alguien saldrá del otro lado de la red para adornarles la oreja. Sentimentales, románticos, con un velo de misterio que les hace sentirse más seguros. ¿Es así?. Es posible. De todas formas sólo pretendo sentirme a gusto y cómoda escribiendo lo que se me pasa por la cabeza. Y deseo que tú también te sientas así.

En este inmenso ciberespacio es la forma más simple que tenemos las estrellitas de hacernos señales de luz, regalarnos sentimientos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

AY hijo, sabes, SABES DE DÓNDE VIENES?

DE un lago con GAVIOTAS BLANCAS y hambrientas.

JUNTO AL AGUA de invierno

ella y yo LEVANTAMOS UNA FOGATA roja

GASTÁNDONOS los labios

DE BESARNOS EL ALMA.

echando al fuego TODO,

QUEMÁNDONOS la vida.

ASÍ LLEGASTE AL MUNDO.