22 agosto 2006

Amistad en la red

Hoy quería hablar un poquito de mi experiencia como internauta haciendo amigos en la red. Me gusta entrar en chats de habla inglesa para practicar este idioma y conocer gente de muy diversos orígenes, es como si por un momento te echaras la mochila a la espalda y recorrieses el mundo para hablar con ese desconocido extranjero que tiene tantas cosas que contarte. Muchas veces mienten, pero merece la pena intentarlo, por los que no mienten y buscan como yo una forma de intercambio cultural.

Así es como he aprendido que las diferencias no son tan grandes. Que puedes echarte unas risas de igual modo con un alemán, con un argelino.. da igual. Sí, es cierto, aquí no puedo poner la arroba (italian@, filipin@..) porque siempre son chicos, no sé por qué. Bueno, quizás sí lo sé y me niegue a reconocerlo, ¿tú qué crees?.

Me gusta sentarme aquí delante del ordenador y dar un apretón de manos cibernético a ese amigo que viene del otro lado del mundo y me regala su tiempo. Igual que estás haciendo tú ahora leyendo estas líneas, (por cierto, gracias). No sé, quizás es que necesito una forma de huir de la xenofobia que nos rodea, de las mentes cuadradas, de la intolerancia.. y entablando una conversación con alguien de tan lejos, de costumbres tan distintas y con experiencias tan diferentes a las mías, me reafirme en eso de que no todos somos iguales, ni falta que hace, pero sí tenemos los mismos derechos como personas, y aspiraciones muy parecidas. Que nuestras sonrisas son las mismas.

Haz la prueba, verás como te sorprendes, y te enriqueces.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes anduve por la vida,
en medio de un amor doloroso:

antes retuve
una pequeña página de cuarzo

CLAVÁNDOME LOS OJOS EN LA VIDA.

COMPRÉ BONDAD,
estuve en el mercado de la codicia,

RESPIRÉ LAS AGUAS más sordas
de la envidia,

la inhumana hostilidad
DE MÁSCARAS Y SERES.

VIVÍ UN MUNDO DE CIÉNAGA marina
en que la flor, de pronto,

LA AZUCENA me devoraba
EN SU TEMBLOR DE ESPUMA,

Y DONDE PUSE EL PIE resbaló MI ALMA
hacia las dentaduras del abismo.

ALLÍ NACIÓ mi POESÍA,
APENAS RESCATADA DE ORTIGAS,

empuñada SOBRE LA SOLEDAD
COMO UN CASTIGO.